Tras tres días de investigación nuestras investigaciones previas con las tecnologías de detección han tenido una verificación directa sobre el terreno. Ya podemos avanzarlo. Confirmamos presencia militar romana en Cueiru. “Hemos recogido en campo un conjunto de materiales de diversos tipos asociados al tipo de material que se suele localizar en un campamento temporal de este tipo”, afirma el arqueólogo José Manuel Costa.
Pendiente de una investigación más exhaustiva y de la limpieza detallada de los materiales, nuestro equipo ya dispone de evidencias alrededor del tipo de ocupación que hicieron las legiones romanas en este lugar y ya se abren nuevas hipótesis sobre este yacimiento. Hay que tener en cuenta que buscar evidencias en los campamentos temporales romanos es como buscar una aguja en un pajar. Estos recintos estaban habitados de manera provisional por muy poco tiempo, por lo que quedan rastros mínimos de ocupación. Así que nuestro equipo en campo ha encontrado la aguja.
La aguja más bien es parte de un cuchillo que “por su tipología encajaría en este periodo”, afirma José Manuel Costa, “junto con varios vástagos y piezas de hierro que encajan con las tipologías de clavijas de las tiendas de campaña” que son muy características de estos campamentos de marcha. Otro conjunto de materiales están pendientes de una restauración que permita determinar su función y forma.
Para David González, también en campo, “confirman la sospecha de la importancia de la vía de la Mesa como ruta de penetración del ejército durante la fase de conquista y control territorial de esta área. No es una idea nueva. Varios autores la llevan sosteniendo desde mediados del siglo XX. Pero lo importante es que en los últimos años al menos cinco espacios fortificados en la Mesa potencian la fuerza de esta idea”. David González señala la relevancia historiográfica de estos nuevos hallazgos: “creemos que la vía de la Mesa tiene la misma importancia que otras más conocidas en Asturias, como la de la Carisa”.
Dos episodios?
Tres días en la montaña dan para mucho. Una clave es que, por mucho que se estudien estos recintos militares desde el espacio, no es lo mismo que estudiarlos directamente sobre el terreno, percibir las condiciones climáticas, la visibilidad y la disposición del terreno. “Ya percibíamos en las imágenes LIDAR que aquí había dos recintos”, afirma José Manuel Costa, “uno de ellos se ajusta y ciñe una cumbre desde la que controla la vía, pero ahora estamos pensando que hubo dos momentos de ocupación. En una segunda fase este campamento se pudo ampliar y se extiende a otra cumbre que controla más territorio y tiene una mayor superficie de acampada y más abrigada del viento”.
La arqueología por ahora no alcanza a saber por qué en Cueiru se pudieron producir dos episodios de ocupación romana. Constatar esta hipótesis requeriría una intervención más amplia, pero el horizonte está abierto. La ciencia está descubriendo lo que no cuentan –no sabemos por qué- las crónicas de los vencedores. Pero aún nos queda mucho, muchísimo, por investigar aquí. Ya estamos mirando en el horizonte el Xuegu la Bola, nuestro próximo destino en estas montañas. Continuad con nosotros esta semana!
Para saber más:
El Mouru y la presencia del ejército romano en La Mesa [descarga en PDF nuestro artículo]